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Segunda unidad

El cumplimiento de la Escritura

"Christ's Appearance To The Two Disciples Journeying To Emmaus" by John Linnell

Imagen por Lex McKee en Flickr

Sumario

 

Los Evangelios nos enseñan que Jesús cumplió las Escrituras. De los cuatro, Mateo es el que lo enseña con más frecuencia. Las 13 veces que lo hace es casi tan frecuente como en los demás Evangelios juntos. También utiliza expresiones explícitas como "esto ocurrió para cumplir". Marcos solo lo hace en tres ocasiones. Pero esto no significa que esto no fuera importante para él, simplemente no lo dice explícitamente. Pero casi todo lo que Jesús dice o hace en Marcos está relacionado con el Antiguo Testamento de alguna manera. Lo que es particular a Lucas es que es el único que nos dice que Jesús mismo enseñó que había cumplido lo que Moisés y los profetas habían escrito sobre él. Juan, en cambio, se ocupa sobre todo de mostrarnos cómo la pasión de Jesús cumplió el Antiguo Testamento. Parece que para él, la principal forma en que Jesús cumplió las Escrituras fue a través de su pasión y muerte.

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El cumplimiento de tantas profecías escritas es exclusivo del cristianismo. En comparación, ninguna otra persona en la historia de la humanidad ha sido objeto de tantas profecías. Por ejemplo, no encontramos profecías escritas sobre la llegada de Buda o Mahoma. Por lo tanto, la profecía bíblica funciona como una prueba visible que demuestra que el asentimiento de la fe no es en absoluto un impulso ciego de la mente.

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Objetivos de aprendizaje

 

Habrás completado con éxito esta unidad cuando puedas:

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  • Describir cómo cada uno de los cuatro Evangelios enseña que Jesús cumplió las Escrituras. ¿Qué tienen en común? ¿Qué es único en cada Evangelio?

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  • Explicar cómo el cumplimiento de la profecía es un motivo de credibilidad.

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Introducción

 

Los Evangelios presentan a Jesús como el cumplimiento de las Escrituras. "No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud" (Mt 5, 17). Esto puede decirse de diferentes maneras sobre Jesús. Por ejemplo, el Antiguo Testamento termina esperando la venida del Mesías.

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De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo. (Mal 3, 1)

 

La venida de Jesús lleva a término esta expectativa. Así, si leemos la Biblia como una historia continua, esta historia parecería incompleta si no hubiera venido Jesús.

 

Jesús también cumplió todo lo que está escrito sobre él en el Antiguo Testamento. Cuando se apareció a sus discípulos después de la resurección les dijo, "Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí" (Lc 24, 44). Podemos entender este cumplimiento de dos maneras. (1) Él cumplió las profecías que hablaban de su venida y misión.  "Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta..." (Mt 1, 22). Y (2) cumplió la tipología bíblica. Los tipos del Antiguo Testamento presagian o prefiguran los principales acontecimientos del Nuevo. Funcionan como profecías, salvo que están formadas por las personas, los acontecimientos y los objetos de la historia de Israel, más que por palabras.

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En las siguientes lecciones presentaremos y explicaremos algunas de las profecías y tipos más importantes. En esta lección queremos ver lo que los Evangelios dicen sobre cómo Jesús cumplió las Escrituras. Los cuatro evangelistas coinciden en este punto. Sin embargo, la forma en que lo muestran difiere significativamente. Estudiar estas diferencias puede ser muy provechoso. Terminaremos esta unidad con una breve reflexión sobre la importancia del cumplimiento bíblico para nuestra fe. 

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El cumplimiento en Mateo

 

Mateo tenía especial interés en mostrar a sus lectores cómo los acontecimientos en la vida de Jesús cumplieron las profecías del Antiguo Testamento.

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  1. Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta…” (Mt 1, 22).

  2. Ellos le contestaron: «En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta»” (Mt 2, 5).

  3. “Y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo»” (Mt 2, 15).

  4. Entonces se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos y rehúsa el consuelo, porque ya no viven»” (Mt 2, 17–18).

  5. “Y se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo dicho por medio de los profetas, que se llamaría nazareno.” (Mt 2, 23).

  6. Este es el que anunció el profeta Isaías diciendo: «Voz del que grita en el desierto:…»” (Mt 3, 3).

  7. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, 14para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:…” (Mt 4, 13–14).

  8. “...para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías: «Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades»’” (Mt 8, 17).

  9. Así se cumplió lo dicho por medio del profeta Isaías: «Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, en quien me complazco. Sobre él pondré mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones»” (Mt 12, 17–18).

  10. Jesús dijo todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les hablaba nada, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo»” (Mt 13, 34–35).

  11. Esto ocurrió para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta: «Decid a la hija de Sión: 'Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en una borrica, en un pollino, hijo de acémila'»’” (Mt 21, 4–5).

  12. «Pero todo esto ha sucedido para que se cumplieran las Escrituras de los profetas». En aquel momento todos los discípulos lo abandonaron y huyeron” (Mt 26, 56).

  13. Así se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías: «Y tomaron las treinta monedas de plata...»” (Mt 27, 9).

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Hay tres cosas que debes notar que distinguen a este Evangelio. (1) Mateo menciona repetidamente que Jesús cumplió las profecías. De hecho, lo hace casi tanto como los demás Evangelios juntos. (2) También es muy explícito al respecto, utilizando expresiones como "esto sucedió para que se cumpliese". Y (3) describe acontecimientos ocurridos a lo largo de toda la vida de Jesús (nacimiento, infancia, misión pública y pasión).

 

Este énfasis es exclusivo de Mateo y es una de las razones por las que los estudiosos bíblicos piensan que escribió para los conversos cristianos de origen judío. Tras la destrucción de Jerusalén y su templo, éstos fueron expulsados de las sinagogas y de sus comunidades judías. Mateo escribió para animarles a seguir siendo fieles a pesar de estas dificultades. Una de las formas en que lo hizo fue mostrándoles cómo Jesús cumplió las Escrituras. Como ex judíos que conocían bien sus escrituras, esto los habría fortalecido en su fe.

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El cumplimiento en Marcos

 

Los demás Evangelios también dicen que Jesús cumplió las Escrituras, pero lo hacen de manera diferente. Marcos, por ejemplo, solo lo indica explícitamente en tres ocasiones.

 

Como está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino; voz del que grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, enderezad sus senderos”»

(Mk 1, 2–3)

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Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos”». (Mk 7, 6–7)

 

Jesús tomó la palabra y les dijo: «¿Habéis salido a prenderme con espadas y palos, como si fuera un bandido? A diario os estaba enseñando en el templo y no me detuvisteis. Pero, que se cumplan las Escrituras». (Mk 14, 48–49)

 

De estas, solo la última se refiere a Jesús. La primera habla acerca de Juan el Bautista y la segunda sobre la hipocresía de los fariseos. Esto sugiere que Marcos estaba menos preocupado que Mateo por mostrar cómo Jesús cumplió las Escrituras. Esta es una de las razones por las que los estudiosos suelen pensar que Marcos escribió su Evangelio para los cristianos que se habían convertido del paganismo. Como ex paganos, no habrían conocido las Escrituras judías tan bien como sus homólogos judíos. Por lo tanto, habrían estado menos interesados en saber sobre su cumplimiento. Pero esto no significa que a Marcos no le importara en absoluto. En el curso sobre Jesús en el Evangelio de Marcos, vimos cómo casi todo lo que Jesús dice y hace en este Evangelio está relacionado con el Antiguo Testamento de alguna manera.

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El cumplimiento en Lucas

 

Lucas menciona explícitamente en dos ocasiones que Juan el Bautista cumplió algunas profecías concretas. "Como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías" (Lc 3, 4) y "Este es aquel del que está escrito" (Lc 7, 27). Pero también enseña que Jesús cumplió todo lo que está escrito sobre él en las Escrituras. Lo hace en cuatro ocasiones. La primera tiene lugar cuando Jesús regresa a Nazaret.

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Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor». Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él. Y él comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír». (Lc 4, 16–21)

 

La segunda ocurre cuando Jesús se dirige a Jerusalén. Mientras camina con sus apóstoles, les dice lo siguiente:

 

“Mirad, estamos subiendo a Jerusalén y se cumplirá en el Hijo del hombre todo lo escrito por los profetas, 32pues será entregado a los gentiles y será escarnecido, insultado y escupido, 33y después de azotarlo lo matarán, y al tercer día resucitará”. (Lk 18, 31–33)

 

La tercera y la cuarta vez ocurren en el último capítulo del Evangelio. En la tarde después de la resurrección, Jesús se aparece a los dos discípulos de camino a Emaús.

 

Entonces él les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! 26¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?». Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras. (Lk 24, 25–27)

 

Y más tarde, esa misma noche, se aparece a sus apóstoles encerrados en el Cenáculo.

 

Y les dijo: «Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí». Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y les dijo: «Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. (Lk 24, 44–47)

 

Lo que distingue al Evangelio de Lucas de los demás es que en él, Jesús mismo enseña que él es el cumplimiento de las Escrituras. En los otros Evangelios, son Mateo, Lucas y Juan quienes nos lo dicen. Además, según Lucas, esto fue lo primero y lo último que enseñó Jesús durante su ministerio público. Esto resalta su importancia. En estos estudios bíblicos dirigidos por Jesús, él enseñó el principio más importante de la exégesis cristiana: es decir, que él es la clave para entender al Antiguo Testamento. Por eso lo leemos a la luz de Cristo (véase el CIC 129).

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El cumplimiento en Lucas

 

Como en cada uno de los Evangelios sinópticos, el autor del Cuarto Evangelio también presenta a Juan el Bautista como el cumplimiento de ciertas profecías sobre él en el Antiguo Testamento. Cuando los fariseos le piden al Bautista que diga quién es, éste responde

 

Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías». (Jn 1, 23).

 

El hecho que los cuatro Evangelios lo mencionen pone de manifiesto la importancia de la figura de Juan el Bautista. Y sobre Jesús, leemos:

 

Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret». (Jn 1, 45)

 

Encontramos otras ocho ocasiones en las que Juan nos dice que los acontecimientos de la vida de Jesús fueron el cumplimiento de las Escrituras.

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  1. La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén

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Encontrando Jesús un pollino montó sobre él, como está escrito: 15«No temas, hija de Sión; he aquí que viene tu Rey, sentado sobre un pollino de asna». (Jn 12, 14–15)

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  2. La incredulidad del pueblo

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Habiendo hecho tantos signos delante de ellos, no creían en él para que se cumpliera el oráculo de Isaías. (Jn 12, 37–38)

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  3. La traición de Judas

 

“No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: «El que compartía mi pan me ha traicionado»”. (Jn 13, 18)

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  4. El odio del mundo

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“Para que se cumpla la palabra escrita en su ley: «Me han odiado sin motivo»”. (Jn 15:25)

 

  5. Jesús reza por sus discípulos

 

“Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura”. (17, 12)

 

  6. La túnica de Jesús

 

Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron: «No la rasguemos, sino echémosla a suerte, a ver a quién le toca». Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica». (Jn 19, 23–24)

 

  7. "Tengo sed"

 

Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dijo: «Tengo sed». (Jn 19, 28)

 

  8. Los huesos de Jesús no se rompen

 

Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso». (Jn 19, 36)

 

Así pues, Juan, al igual que Mateo, nos dice en numerosas ocasiones que determinados acontecimientos en la vida de Jesús cumplieron las Escrituras. Pero lo que hace que el relato de Juan sea único, es que solo lo hace para los eventos que ocurrieron durante la pasión de Jesús. Recordemos que Mateo describe acontecimientos que ocurrieron a lo largo de toda la vida de Jesús. Esta diferencia parece indicar que para Juan, la forma principal en que Jesús cumplió las Escrituras fue a través de su pasión y muerte.

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La importancia del cumplimiento

 

Los Evangelios enfatizan el hecho de que Jesús cumplió las Escrituras. Esto es muy importante para nosotros. Como cristianos, creemos muchas cosas extraordinarias sobre Jesús. Por ejemplo, creemos que es Dios, que es nuestro salvador y que murió en una cruz, pero luego resucitó a los tres días. ¿Por qué creemos estas cosas? ¿Es solo porque la Biblia lo dice o la Iglesia lo enseña? ¿Somos ingenuos? En respuesta a estas preguntas, el Catecismo de la Iglesia Católica enseña:

 

El motivo de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan como verdaderas e inteligibles a la luz de nuestra razón natural. Creemos «a causa de la autoridad de Dios mismo que revela y que no puede engañarse ni engañarnos». «Sin embargo, para que el homenaje de nuestra fe fuese conforme a la razón, Dios ha querido que los auxilios interiores del Espíritu Santo vayan acompañados de las pruebas exteriores de su revelación». Los milagros de Cristo y de los santos (cf. Mc 16,20; Hch 2,4), las profecías, la propagación y la santidad de la Iglesia, su fecundidad y su estabilidad «son signos certísimos de la Revelación divina, adaptados a la inteligencia de todos», motivos de credibilidad que muestran que «el asentimiento de la fe no es en modo alguno un movimiento ciego del espíritu». (CIC 156)

 

Es decir, creemos estas cosas sobre Jesús porque Dios nos las ha revelado, y confiamos en Dios porque no puede engañar ni ser engañado. Pero no las creemos a ciegas. Dios nos ha dado pruebas visibles que confirman estas afirmaciones. Por eso las llamamos "motivos de credibilidad". Hacen que el acto de fe sea razonable.  

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Una de estas pruebas consiste en el cumplimiento por parte de Jesús de las numerosas profecías y tipos que se encuentran en el Antiguo Testamento. Lo que hace que esto sea tan especial es que se pusieron por escrito cientos e incluso miles de años antes del nacimiento de Jesús. Esto es algo único en el cristianismo. En comparación, ninguna otra persona en la historia de la humanidad ha sido objeto de tantas profecías. Por ejemplo, no conocemos ninguna profecía escrita sobre la llegada de Mahoma o Buda. Los primeros cristianos eran conscientes de su importancia para nuestra fe. Justino Mártir, escribiendo hacia el año 155, dijo:

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Pues ¿con qué razón íbamos a creer que un hombre crucificado es el primogénito del Dios ingénito y que Él ha de juzgar a todo el género humano, si no halláramos testimonios sobre Él proclamados antes que viniera y se hiciera hombre, y no los viéramos literalmente cumplidos. (San Justino Mártir, Primera Apología 53)

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Tareas

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  • Describa cómo cada uno de los cuatro Evangelios enseña que Jesús cumplió las Escrituras. ¿Qué tienen en común? ¿Qué tiene de particular cada Evangelio?

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  • Explica por qué el cumplimiento de las profecías es un motivo de credibilidad.

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